El gas de vertedero no es el biogás más usado en América del Norte, pero es una opción eficaz para los operarios de motores estacionarios a gas. Como sucede con cualquier combustible, es fundamental saber cómo usarlo para obtener el máximo rendimiento y protección del motor.

"El gas de vertedero, acumulado en un vertedero, se considera un biogás "no controlado" porque puede contener muchos materiales diferentes, desde pesticidas, plásticos, champús y jabones hasta materiales de construcción", explica Brett Lubbock, especialista en productos de aceites para motores estacionarios a gas, Lubricantes Petro-Canada. "Por otro lado, el "verdadero" biogás se considera como un gas "controlado" porque se puede controlar la cantidad y proporciones de materiales orgánicos, tales como el abono y el maíz, que se digieren".

Lubbock añade que el ciclo de vida del vertedero también puede influir en la calidad del gas. "El combustible de máxima calidad se obtiene la primera vez que se explota el vertedero", afirma. "A medida que el vertedero comienza a agotarse, la calidad del gas disminuye".

Debido a esta variabilidad del combustible, incluso en el mismo sitio, los operarios deben ser conscientes de los efectos posibles en el motor para lograr un máximo rendimiento y protección.

"Se necesita una prueba del análisis del combustible para determinar la composición exacta del gas del biogás de vertedero", añade Lubbock. "En realidad, la prueba es fundamental, ya que la composición cambiará con el tiempo".

La consistencia del combustible es el principal desafío para los motores de biogás, ya sea que se use el verdadero biogás o el gas de vertedero. La falta de conformidad en qué "ingredientes" van en el gas de vertedero implica una falta de control en los niveles de contaminantes como los siloxanos y el ácido sulfhídrico (H2S).

Luego de la combustión, los siloxanos se convierten en materiales similares al vidrio o la arena, lo que genera una abrasión que puede ocasionar el desgaste del motor. El H2S aumenta la tasa de derivados ácidos durante la operación, que pueden reducir la vida útil del aceite y dañar el motor. La prueba del gas combustible muestra niveles bastante elevados de H2S en el gas de vertedero en comparación a la calidad del gas por gaseoducto.

Una estrategia eficaz para extender la vida útil del aceite y el motor es realizar un tratamiento previo (o limpieza previa) del biogás o gas de vertedero para eliminar los contaminantes perjudiciales. Este proceso también ayuda a eliminar la humedad.

"Durante el proceso de fermentación, los niveles altos de agua se crean como un vapor natural", según lo explica Lubbock. "Se debe eliminar el agua ya que no es un buen medio y puede dificultar el proceso de combustión dentro del motor y al mismo tiempo aumentar la tasa de formación de ácido". Al eliminar el agua como parte del tratamiento previo, no se desperdiciará energía para quitar la humedad del combustible, de esta manera, se puede obtener una mayor eficiencia del motor.

Sin embargo, realizar un tratamiento previo es una decisión comercial con repercusiones de costos y puede ser una opción no factible para cada operación. "Los operarios necesitan evaluar el costo del tratamiento previo frente al costo posible del mantenimiento adicional de los motores debido a los contaminantes que tiene el combustible", afirma Lubbock. "Si realizar el tratamiento previo no es una opción viable, los operarios tendrían que reducir los intervalos de mantenimiento e intervalos entre cambios de aceite para adaptarse a la mayor gravedad del combustible", añade.

Los operarios también deben tener en cuenta el criterio del fabricante de equipo original, ya que si exceden su límite de calidad de combustible, podría anular la garantía.

Los motores de biogás necesitan un lubricante formulado para satisfacer los desafíos específicos que se presentan cuando se usa el gas de vertedero como la principal fuente de combustible. Los factores clave para seleccionar el lubricante adecuado incluyen: la composición del gas combustible basada en el rendimiento del vertedero, los requisitos del fabricante de equipo original y el nivel de ceniza del lubricante. Por ejemplo, un producto con más cantidad de cenizas y un sistema sólido de detergentes ofrece un mayor potencial de neutralización. Como se espera un aumento en la tasa de formación de ácidos con el gas sin tratar, es beneficioso usar un aceite con un sistema de aditivos optimizado para neutralizarlos.