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Todos hemos regresado renovados de la temporada navideña, quizás con un nuevo par de calcetines y usando una flamantes joyas. El valor de esos artículos es claro pese a que no conocemos su precio.
De manera similar, al elegir regalos para nuestros seres queridos, la mayoría de nuestras elecciones no se basaron en el precio, sino en lo que sabíamos que sería valioso para nuestros amigos y familiares. Cuando se trata de compras personales, sabemos que cuando hablamos de valor no todo se trata del precio.
Lo mismo ocurre con nuestras opciones de lubricantes.
He tenido el placer de impartir numerosos seminarios sobre lubricación a lo largo de mi carrera y una de las conclusiones clave que busco inculcar a los asistentes es nunca comprar ningún producto basado en el precio; sus decisiones de compra deben basarse en especificaciones técnicas. Una historia que me gusta contar en mi curso es la de un caballero que compró 10 bidones de aceite a un precio excelente, luego llamó a un colega mío especialista en lubricantes para preguntarle en qué equipo los debería usar. La respuesta fue que no era apropiado para ninguno de los que tenía. El precio lo había dejado impresionado, pero al final arrojó su dinero a la basura.
Este puede ser un ejemplo extremo, pero de todos modos nos ofrece una lección. Este caballero comenzó centrándose en el precio y terminó fijándose en su maquinaria. Debería ser al revés.
Lo primero en lo que pensamos al seleccionar el lubricante adecuado es comprender los requisitos técnicos del componente, ya sean cojinetes, engranajes, bombas, el motor. ¿Cuáles son las condiciones de funcionamiento, por ejemplo, la carga que soporta y las temperaturas a las que está sometido? ¿El entorno es húmedo o seco? Hay muchos factores ambientales y que dependen de la maquinaria que deben alinearse antes de poder determinar el producto correcto. Hasta ese momento, el precio no es uno de ellos.
La temperatura tiene una influencia significativa en la selección y el rendimiento de un lubricante. Por ejemplo, consideremos las propiedades para bajas temperaturas de una grasa. Si vive en un lugar con temperaturas extremadamente frías, digamos de -30 °C o -22 °F, entonces la grasa o el aceite seleccionados deben ser capaces de lubricar apropiadamente el componente a esa temperatura, especialmente durante el arranque. A menos que el producto que elija lo haga adecuadamente, no importa lo mucho o lo poco que cueste, porque no tendrá ningún valor para usted.
Del mismo modo, es prudente tener en cuenta que la grasa EP2 a base de litio de un proveedor no es la misma que la de otro proveedor. Puede haber muchos factores que sean significativa y fundamentalmente diferentes, como el rango de temperatura recomendado o la viscosidad del aceite base. Uno de ellos hará que su máquina funcione de manera más eficiente y ahí es donde está el valor, sin importar el precio.
El precio importa, pero solo hasta cierto punto. Los operadores a menudo se ven presionados por colegas de mayor rango para mantener los presupuestos bajo control y explorar dónde se pueden lograr eficiencias financieras. La atención debe centrarse en productos de alta calidad que a menudo conducen a ahorros de costos en forma de eficiencias, contribuyendo en última instancia a un costo total de propiedad reducido.
Siempre hay algún dólar aquí y allá que se puede ahorrar, pero nunca se debe ahorrar a expensas de cumplir con las especificaciones técnicas de su equipo, porque entonces cualquier dólar que ahorre no le servirá de mucho conforme aumenten los tiempos de inactividad o el mantenimiento no planificado.
Paul W. Hetherington, presidente de la Sociedad de Tribólogos e Ingenieros de Lubricación (STLE) y gerente de servicios técnicos en Canadá en Petro-Canada Lubricants, una empresa de HollyFrontier.
Paul comenzó su mandato de un año como presidente de STLE en mayo de 2020. Ha sido un miembro activo de STLE durante más de 30 años y ha ocupado cargos en la Junta Directiva y el Comité Ejecutivo de la Sociedad como tesorero, secretario y vicepresidente.
Paul ha sido un Especialista Certificado en Lubricación (CLS) desde 1994 y tiene una amplia experiencia dentro de la industria de lubricantes con puestos anteriores en Syncrude Canada Limited, donde fue Especialista en Lubricantes y Combustibles, y The Fluid Life Corporation, donde desarrolló y dirigió la división de Capacitación y Consultoría.
Actualmente es gerente de servicios técnicos en Canadá en Petro-Canada Lubricants, donde lidera un equipo de 15 asesores técnicos sénior que son los principales responsables de los mercados comerciales e industriales de Canadá. En su puesto actual, Paul trabaja en estrecha colaboración con los clientes para garantizar que maximicen la eficiencia y confiabilidad de sus equipos y operaciones.
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