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La lubricación excesiva es un problema que desafía a los mineros y puede causar daños importantes a las palas mineras. Este problema a menudo puede atribuirse a una mala comunicación entre los mineros que trabajan en diferentes turnos, a la falta de capacitación sobre los sistemas de lubricación de las palas y a la inspección y presentación de informes, así como a una mala interpretación de cómo se debe aplicar el lubricante o a no seleccionar el lubricante adecuado para las condiciones ambientales de trabajo. Si bien usar más lubricante puede parecer una opción segura, podría causar problemas mecánicos porque cuando los engranajes de las palas o los brazos están demasiado lubricadas, el líquido puede asentarse y gotear, dejando los metales expuestos al contacto. El resultado son costos de mantenimiento inesperados y un mayor tiempo de inactividad mientras se realizan las reparaciones.
El impacto de la sobrelubricación puede ser grave, pero también fácilmente evitable si se centra en la aplicación adecuada, se implementan prácticas de mantenimiento correctas y se minimizan los errores del personal. A continuación se presentan algunas técnicas a considerar al lubricar los puntos de las palas mineras.
Por lo general, los engranajes abiertos de la pala operan en entornos extenuantes, como minas a cielo abierto y canteras, que exponen el equipo a temperaturas extremas, así como a polvo y suciedad abrasivos, así como a agua que puede provocar corrosión. Estos aumentan la dificultad para lograr una lubricación óptima. Si bien muchos de estos factores están fuera del control del gerente de mantenimiento, la cantidad de lubricante aplicada a un engranaje abierto es manejable y puede mitigar el desgaste causado por la exposición.
Para medir la cantidad óptima de lubricante, los operadores de minas deben comprender el producto con el que están trabajando y mantener el sistema de lubricación centralizado funcionando correctamente. La línea VULTREX™ de lubricantes para engranajes abiertos (OGL) a base de grasa de LubricantesPetro-Canada necesita menos aplicación en el equipo, en comparación con otros productos, lo que ayuda a prevenir la lubricación excesiva.
Además, los operadores deben estar capacitados para buscar indicadores clave de un lubricante aplicado correctamente. Por ejemplo, cuando se aplica correctamente, la cara del diente del engranaje mostrará una pequeña película de lubricante que aparece de color negro o gris oscuro y se siente aterciopelada. Por el contrario, cuando se aplica en exceso, puede parecer que se ha lavado solo, lo que dificulta ver la película que queda en la superficie.
Estas recomendaciones son válidas durante todo el año, pero también hay que tener en cuenta consideraciones estacionales. En climas más fríos, es necesario aplicar lubricante adicional para mantener la película protectora viable en superficies metálicas, mientras que en condiciones más cálidas se requiere menos producto para reducir el nivel de consumo de lubricante que se desprende y se ensucia.
Los brazos de la pala tienen demandas de lubricante similares a las de los engranajes abiertos. En casos de lubricación excesiva, el efecto de revestimiento se reduce en las superficies de deslizamiento metálicas. Esto da como resultado que la superficie del brazo sea más susceptible a condiciones climáticas extremas. Cuando se lubrica adecuadamente, el brazo debe tener una acumulación mínima de lubricante hacia el cucharón o en las superficies no deslizantes, lo que permite una mejor resistencia a condiciones climáticas adversas.
Los rodillos y rieles de la carcaza también tienen prácticas de aplicación de lubricante similares a las de engranajes abiertos y palas. Se creará una película negra y aterciopelada cuando se utiliza la cantidad correcta de lubricante. En condiciones más frías, no es necesario aplicar más lubricante ni verter aceite sobre los rodillos ya que el lubricante es a base de aceite y no se seca ni se congela. Esto también da como resultado que el equipo sea más silencioso.
Si bien el exceso de lubricación es un problema común, se puede evitar fácilmente. La clave es mantener a todo el personal de mantenimiento y a los operadores capacitados en técnicas de lubricación adecuadas, que el sistema de lubricación funcione de manera eficiente y que la aplicación no se convierta en una consideración secundaria a la hora de elegir el lubricante adecuado. Seleccionar el lubricante correcto puede resultar en un mayor tiempo de actividad del equipo, menores costos de mantenimiento y seguridad de los objetivos operativos.
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